Extracto de "Seduciendo a Sarah" de Jinx Jamison

(...) —La Sumisión es el regalo más grande que le puedes ofrecer a tu compañero porque lo que estás regalando es a ti mismo. Tu cuerpo... —él arrastró un dedo hacia arriba por la línea de su columna —...tu placer... —dio un paso atrás y le separó los cachetes del culo. Ella gimió y se tensó contra las ataduras que la sujetaban a la mesa. —...tu confianza. —Dom esperó hasta que ella se quedó quieta antes de continuar.
—Tu placer está en mis manos. Es mi responsabilidad y mi privilegio aprender lo que necesitas y proveerlo. Ayudarte a aprender a controlar tu cuerpo para que reaccione a mis órdenes. Me has honrado inconmensurablemente con tu confianza. —Se inclinó y le besó la parte baja de la espalda.
—Ahora, probablemente te preguntes cuándo entra en el juego el castigo. —Dom caminó hacia el estante de la pared y seleccionó una pequeña paleta con forma de corazón. Sarah lo siguió con los ojos muy abiertos.
—A veces una sumisa tiene deseos y necesidades de los que no es consciente. Puede haber veces en que tu Amo te pida que hagas algo para lo que crees que no estás lista. Puede que te rebeles, te alejes o se lo niegues. —Hubo un silbido mientras la paleta navegaba por el aire y encontraba la piel. Sarah se empinó con un sollozo ante el golpe inesperado —. Entonces te ganarías un castigo. (...)

Seduciendo a Sarah

Jinx Jamison