“Cualquiera que sea tu historia, bienvenido. Has emprendido un largo viaje hacia la honestidad sexual y la revelación personal. Puede ser un camino arduo, pero es el único modo de conseguir lo que deseas. En el decurso, te parecerá que hay un montón desalentadoramente grande de conocimientos que aprender; no te deseanimes. El Amo más perverso del mundo, la Dómina más imaginativa, empezaron igual que tú hoy: curiosos, excitados y algo inseguros.”
Pat Califia,
“SM. Los secretos del sadomasoquismo”

lunes, 29 de febrero de 2016

La verdadera historia del cinturón de castidad



Utilizados hoy en día para practicas de BDSM, la historia real de estos artilugios es muy distinta a la que estamos acostumbrados a oír. Pasen y lean.
El cinturón de castidad, la fantasía de poder abrir, cerrar y controlar la sexualidad de otra persona y asegurarse, al mismo tiempo, de que nadie nos coronará con una cornamenta, vuelve a las páginas de los periódicos de vez en cuando. La última entrega tuvo lugar hace solo unos días, cuando los bomberos de la localidad italiana de Padua, tuvieron que ayudar a una mujer de mediana edad a desembarazarse de uno de estos artefactos, cuya llave había sido extraviada. Los atónitos apagafuegos se interesaron en el caso para investigar si se trataba de malos tratos, pero ella les confesó que se había puesto el mecanismo de forma totalmente voluntaria y para evitar tener relaciones sexuales. Por si alguien no está al tanto, los cinturones de castidad existen y se comercializan, generalmente para practicas de BDSM o para hacer realidad cualquier tipo de fantasías. En abadolfashion.com cualquiera puede hacerse con uno de acero quirúrgico con borde de goma flexible y consolador de acero desmontable, por solo 219,90 euros.

El pasado año, este objeto también saltó a los titulares de los prensa, solo que esta vez los hombres eran los protagonistas. En la ciudad de Nyeri, en Kenia, una mujer le cortó el pene a su marido infiel. Una medida algo drástica que sirvió de inspiración a una tienda de ropa de caballero para poner a la venta un cinturón de castidad masculino, con el objeto de proteger a los keniatas de sus celosas y despechadas esposas. El aparato se confeccionaba a medida y consistía en un caparazón metálico, con un aspecto bastante rudimentario, que costaba 1.200 chelines (10 euros).

Evitar violaciones, otro de los cometidos de este invento, es el fin de una versión más moderna del mismo que vende desde hace tiempo la marca estadounidense AR Wear, bajo el eslogan de Confidence & Protection that Can Be Worn. Se trata de una braga-cinturón de castidad diseñada especialmente para evitar agresiones sexuales, ya que resulta imposible quitarla si no se dispone de la llave de apertura. Elaborada a base de una tela reforzada y un material resistente a los cortes y a los desgarros, es imposible desplazar la prenda hacia los lados o abrir de piernas a la persona que la lleva puesta. La novedad no estuvo exenta de polémica cuando salió al mercado, acompañada de un spot publicitario, porque muchos vieron que esta filosofía no hacía sino ahondar en la creencia machista de que la responsabilidad de evitar la violación reside en las féminas y no en la sociedad, la educación o las autoridades competentes. La feminista Louise Pennington denunciaba la idea en un artículo de The Huffington Post, titulado Anti-rape clothing for when ‘things go wrong’ en el que sentenciaba, “se le inculca a las mujeres que, en el fondo, son las responsables de ser violadas por cómo visten, la forma de hablar, de trabajar, dónde viven, sus hobbies o incluso por el acto de respirar”.

Una Edad Media no tan oscura

La teoría que todos hemos escuchado sobre este invento es que se creó en la Edad Media y que servía para preservar la fidelidad de las esposas de los caballeros que partían a las cruzadas, o para maridos celosos que debían ausentarse del hogar por diferentes cuestiones. Albrecht Classen, profesor de la Universidad de Arizona, en EEUU, y experto en historia medieval, escribió en 2007 el libro The Medieval Chastity Belt: A Myth-making Process, lo que le convierte en la máxima autoridad mundial sobre el tema. Desde su despacho contesta por Skype a S Moda, “no hay ninguna evidencia que nos indique que existieron o se confeccionaron este tipo de objetos en la Edad Media. La primera vez que se habla de ellos es en un libro de 1405, escrito por Konrad Keyeser, titulado Bellifortis, y que trata sobre máquinas de guerra. Es una obra muy técnica y ardua y se cree que el autor quiso amenizar un poco la lectura introduciendo una broma sobre un aparato que protegería la honra de los maridos cuando estaban en la batalla, lejos de sus mujeres. El cinturón de castidad pronto se convirtió en un mito del que se hablaba y se hacían numerosos chistes y sátiras para burlarse de los hombres impotentes o mayores que no podían controlar a sus esposas, que iban en busca de parejas más activas sexualmente. Hay dibujos de la época que plasman escenas en las que el varón, que se va de viaje, le pone un cinturón de castidad a su pareja; al mismo tiempo que el amante sale del armario con otra copia de la llave”.

Otra de las pruebas que evidencias el aspecto mitológico y no real de este cachivache es, según apunta Classen, “la falta de referencias al cinturón en las novelas de tipo cortés y en los autores de los siglos XIV al XVII. De haber existido ese objeto, sin duda, habría sido utilizado por los escritores de época, pero no lo mencionan ni Bocaccio, Bardello o Rabelais, que escribían sátira erótica y que conocían a fondo la sexualidad de la época, los celos, los engaños y las artimañas usadas para engañar a los cónyuges o amantes. Los primeros cinturones reales se fabricaron en el siglo XIX y era costumbre que formaran parte de museos de la tortura, en los que se mostraba la crueldad y el oscurantismo de épocas pasadas”. El British Museum, en Londres, contaba también con una de estas piezas, atribuida a la Edad Media y que exhibía desde 1846, pero acabó retirándola tras comprobar que era falsa.

Desde el punto de vista anatómico y ginecológico, la hipótesis de hombres echando el cerrojo a las vaginas de sus mujeres por periodos de tiempo tan largos como hacer las cruzadas o irse a la guerra, y volviendo a casa y encontrando los genitales de sus esposas intactos y como si tal cosa, es ciencia ficción. Según Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga, directora del Institut Clinic de Sexología de Barcelona y directora del Instituto Iberoamericano de Sexología, “las normas higiénicas de la época eran muy cuestionables y si hoy en día a algunas mujeres usar compresas les puede producir irritaciones a nivel vulvar, resulta fácil imaginar las consecuencias de llevar un cinturón de metal pesado, duro y cortante, con todo lo que ello implica. Para empezar, se producirían llagas como consecuencia de las rozaduras, por el simple hecho de andar, estar sentada o agacharse; además de todo tipo de infecciones vaginales y anales, al dificultarse la higiene de la zona. Todo ello causaría septicemias, que sería difícil curar en la época y que producirían, finalmente, la muerte”.

La puritana época victoriana

Curiosamente, lo que nunca practicaron los bárbaros, incultos y supersticiosos hombres de la Edad Media, se materializó mucho más tarde, en el siglo XIX. La mala prensa de la época medieval, en todos los aspectos pero especialmente en el sexual, se debe, según Classen, a que “en el Renacimiento se subrayaron los aspectos negativos del periodo anterior, para crear una distancia y sentirse mejor, superiores a sus antecesores en la historia. Pero hablar de los cinturones de castidad y de la sexualidad medieval era también una manera de crear fantasías eróticas, mitos sexuales que permitían hablar del tema que, de otra manera, hubiera sido más difícil de tratar. La sátira y el prisma histórico permitían acercarse a temas escabrosos con la risa o la didáctica como excusa. El siglo XIX fue una época muy pornográfica, había muchas imágenes, fotos y libros al respecto”.

Como recoge un artículo sobre el tema del blog Arqueología e Historia del Sexo, “cuando se consolida el mito de los cinturones de castidad, es durante la Ilustración, otra época que reniega de todo aquello que representa la Edad Media, ya que se intentará acabar con todo lo que representa el régimen feudal, y la barbarie de estos cinturones son el mejor ejemplo de esa oscura época. Así ilustrados como Diderot o Voltaire no dudaron en confirmar su uso, ya que algunas fuentes medievales fueron interpretadas como testigos ciertos de su existencia. Por lo que en la famosa Enciclopedia de Diderot y D’Alembert se describe este “instrumento tan infame como lesivo a la sexualidad”. Objeto que también recoge Voltaire en su cuento El candado”.

En la época victoriana se fabricaron cinturones más pequeños, ligeros y refinados que eran usados por pequeños periodos de tiempo para evitar las violaciones, por ejemplo en viajes, como pruebas románticas de la fidelidad o para impedir que las mujeres, especialmente las más jóvenes, se masturbaran o se tocaran en cama durante la noche; ya que se creía que esta practica era altamente perniciosa y podía derivar en enfermedades físicas o mentales.

El reino animal también ha ideado su candado sexual particular destinado a las hembras y con el fin de que el macho pueda tener claro que sus hijos son suyos. Unos investigadores del Instituto y Museo Zoológico de Greifswald, Alemania, han estudiado el caso de la araña enana europea, que tras aparearse, el macho utiliza un tapón para bloquear los genitales de la hembra y evitar que otros machos depositen su esperma.

Fuente: Rita Abundancia / El País
http://www.vanguardia.com.mx/articulo/la-verdadera-historia-del-cinturon-de-castidad

sábado, 27 de febrero de 2016

Diccionario de filias y parafilias


Las filias son atracciones habitualmente exageradas a determinadas realidades o situaciones.
Una parafilia (del griego pará: "al margen de", y filía: "amor") es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra cosa o actividad que lo acompaña. Suelen, aunque no necesariamente, suceder principalmente porque la persona que las practica ya ha tenido una cantidad muy elevada de placer sexual, que llega un momento en que lo poco no la satisface y quiere más y más de aquella actividad para sentir el orgasmo o excitarse. En ocasiones se habla de perversión cuando se trata de conductas depravadas o corruptas.
  • A
Abasiofilia: Atracción sexual por personas mutiladas, frecuentemente cojas o paralíticas. Tan extraño gusto sexual parece responder a una cuestión de costumbres. Según cuentan algunos expertos, en aquellos sitios donde la polio (causante de muchas cojeras en la población) causó estragos a mediados de siglo, los estudios indican que hay preponderancia de abasiófilos entre aquellos que fueron adolescentes o púberes por aquel entonces.

Acomoclitismo: Excitación por los genitales lampiños o depilados.

Acrofilia: Atracción por las alturas o por personas altas.

Acrotomofilia: La excitación sexual se produce por los miembros amputados de la pareja.

Actirastia: Excitación sexual proveniente de la exposición a los rayos del sol o de sentir el calor del sol.

Acucullofilia: Atracción por los penes circuncidados.

Adolescentismo: Vestirse o actuar como un adolescente.

Aerofilia: Atracción por el vuelo y todo los relacionado con volar.

Agalmatofilia, galateísmo, monumentofilia o pigmalionismo: El estímulo erótico se produce con estatuas o maniquíes desnudos.

Agonofilia: Atracción por la lucha con la pareja. Excitación que surge en la pareja después de una pelea física.

Agorafilia: Atracción a los espacios abiertos. En el ámbito sexual, se entiende como la excitación producida por la actividad sexual o el exhibicionismo en lugares públicos.

Agrexofilia: Atracción por el hecho de que la actividad sexual sea oída por otras personas.

Albutofilia: Atracción por los baños, las duchas calientes y en general por el contacto con el agua.

Algofilia: Atracción por sentir dolor. Se diferencia del masoquismo por la ausencia del componente erótico.

Algolagnia: Proviene del griego (algos: dolor, lagneia: placer). Sensación de placer (no sexual) que se obtiene al infligir dolor a otros.

Alopelia: Experimentar un orgasmo sólo viendo a otras personas manteniendo relaciones sexuales.

Alorgasmia: Excitación proveniente de fantasear durante el acto sexual con otra persona que no sea la pareja.

Alotriorastia: Excitación por parejas sexuales de otras razas.

Altocalcifilia: Atracción por los zapatos de tacón alto como fetiche.

Alveofilia: Atracción por tener relaciones sexuales en una bañera.

Alvinolagnia: El placer sexual se obtiene únicamente con el estómago de la pareja.

Amaurofilia: Preferencia por el sexo con personas invidentes o con los ojos vendados.

Amelotasis o Amelotatista: Atracción sexual hacia personas con algún miembro amputado.

Amiquesis: Excitación producida al rascar a la pareja durante el acto sexual.

Amokoscisia: Excitación por el deseo de castigar a la pareja sexual.

Amomaxia: La excitación se consigue al tener relaciones sexuales dentro de un automóvil estacionado.

Anastimafilia: Atracción por las personas obesas.

Androginofilia: Atracción por las personas andróginas, que posee simultáneamente rasgos masculinos y femeninos.

Androidismo: Excitación provocada por muñecos o robots con aspecto humano.

Andromanía: Hipersexualidad masculina o deseo desaforado por la práctica del sexo. Se trata de la versión masculina de la ninfomanía. Condición compulsiva en un hombre de tener relaciones con diferentes personas, de manera promiscua y sin estar enamorado. No equivale a gigoló (quien recibe una paga)

Andromimetofilia: Atracción por las mujeres vestidas de hombres o que se comporten como tales.

Anglofilia: Admiración o simpatía por los ingleses o por lo inglés.

Anisonogamia: Atracción por una pareja sexual mucho más joven o mucho mas mayor.

Anofelorastia: Excitación que se produce al profanar objetos considerados sagrados.

anofilemia: Atracción por el sexo oral sobre el ano y el perineo.

Antolagnia: Placer obtenido al oler flores.

Apotemnofilia: Excitación sexual producida por la idea de ser amputado.

Aracnofilia: Atracción a las arañas.

Asfixiofilia: Los asfixiófilos hallan placer sexual por la asfixia, ya sea viéndola en su pareja o autoproduciéndosela. La mayoría de los asfixiófilos no suelen pasar de un primer grado. Aún así, continúa siendo una práctica muy peligrosa, ya que la falta de oxígeno en el cerebro puede provocar daños irreversibles. La creencia de que la asfixia provoca placer sexual viene de tiempos inmemoriales, aunque las primeras fuentes que la citan se refieren al siglo XVII, cuando los médicos comenzaron a practicarla en pacientes impotentes ante la creencia de que un poco de asfixia reavivaba el miembro viril. Dicha creencia provenía del hecho que los cuerpos sin vida de los reos ahorcados sufrían una erección postmortem muy frecuentemente. Posteriormente se descubriría que esto se debía, simplemente, a los últimos retazos de actividad muscular.

Astenolagnia: Atracción por la humildad, la humillación o la debilidad sexual de la pareja.

Astrafilia: Atracción por los truenos y relámpagos.

Audiolagnia: El estímulo principal proviene de la escucha de otras personas realizando el acto sexual.

Autagonistofilia: El placer sexual se produce al ser visto por otras personas durante el acto sexual o ser filmado durante el mismo.

Autoabasiofilia: Atracción por ser cojo por la idea de convertirse en cojo.

Autoasasinofilia: Atracción por la fantasía de ser asesinado o de escenificar la propia muerte.

Autoasfixiofilia: Se trata de una parafilia en la que la excitación sexual se consigue cortándose la respiración durante la masturbación o el coito.

Autocateterismo: El sujeto obtiene placer mediante la introducción de sondas u otros objetos por su propia uretra.

Automisofilia: Atracción por ser degradado, ensuciado o corrompido utilizando ropa sucia, por ejemplo.

Autonepiofilia: La excitación se produce por utilizar pañales y ser tratado como un bebé.

Autopederastia: Se trata de una parafilia que se da en hombres que sólo encuentran placer introduciendo el pene en su propio ano.

Autoungulafilia: El placer se obtiene al rascarse los propios genitales. En casos extremos puede llegar a producir sangrado.

Avisodomía: Atracción por tener relaciones sexuales con aves.

Axilismo: Masturbación dentro de la axila de la pareja.
  • B
Barosmia: Excitación a través del olfato o mediante ciertos olores.

Basoexia: Excitación producida únicamente por los besos.

Belonefilia: Atracción a pincharse y a las agujas.

Biastofilia o raptofilia: Atracción por asaltar violentamente y por sorpresa a alguien contra su voluntad.

Biandria o bivirismo: Relación sexual entre una mujer y dos hombres.

Blastolagnia: Atracción por mujeres muy jóvenes.

Bondage: Del inglés "to bind", maniatar. Práctica sexual sadomasoquista en la que uno de los participantes permanece atado.

Botulinonia: Uso de un embutido (salchicha o chorizo) como consolador.

Braquioprosis (erotismo braquioprótico) : Práctica sexual en la que todo el brazo penetra el ano de la pareja.

Búndling: Del inglés "bundle up", abrigarse. Excitación por la pareja que duerme en la misma cama vestida y sin tener relaciones sexuales.
  • C
Candalagnia, candaulismo o triolismo: Excitación producida al ver a la pareja copulando con otra persona.

Capnolagnia o capnogalia: Excitación producida por ver la manera en que la otra persona fuma.

Catafilia: Excitación sexual del hombre cuando se somete a su pareja.

Cateterofilia: La excitación sexual se consigue con el uso de algún tipo de cateter.

Chezolagnia: La persona únicamente logra excitarse al masturbarse durante la defecación.

Cinofilia o canofilia: Afición por los perros, las exposiciones caninas o la cría y cuidado de los mismos.

Ciprieunia: La persona consigue la excitación sólo al tener relaciones con prostitutas.

Clastomanía: Tendencia patológica a destruir los objetos como una forma brusca de exteriorizar un impulso. También se entiende como la obsesión por romperle a la pareja la ropa que lleve puesta.

Claustrofilia: Tendencia a permanecer en espacios cerrados, cerrando puertas y ventanas.

Cleptofilia: Ver kleptofilia.

Clismafilia: Excitación erótica provocada por la inyección de alguna sustancia en el recto (como por ejemplo un enema) mientras se realizan juegos sexuales.

Coitolalia: La excitación sexual se produce al hablar durante el acto sexual.

Colpofilia: Atracción hacia los genitales en general.

Consuerofilia: Excitación sexual producida al coserse zonas de la piel con aguja e hilo.

Coprofemia: Placer obtenido al decir obscenidades en público.

Coprofilia: Atracción por ver defecar, ingerir heces o untarse con las heces propias o de la pareja.

Coprolagnia: Ver coprofilia.

Coprolalia: Tendencia patológica a proferir obscenidades.

Corefalismo: La excitación sexual se produce únicamente practicando sexo anal con niñas.

Coreofilia: Atracción por la danza y baile erótico.

Coulrofilia: Atracción hacia los payasos, saltimbanquis o bufones.

Cratolagnia: Excitación provocada por la fuerza de la pareja, Del griego kratos: 'poder'.

Crematistofilia: Atracción producida al pagar por sexo o ser robado por la pareja sexual durante la relación.

Crematofilia: Atracción por ser quemado o pensar en quemarse.

Criptoscopofilia: Atracción por contemplar la conducta (no necesariamente sexual) de otras personas en la privacidad de su hogar.

Cronofilia: Se trata de una parafilia en la que la edad del sujeto se considera inadecuada con la edad de la persona objeto de la atracción sexual. El término fue inventado por el psiquiatra John Money. Existen varios tipos: Gerontofilia, Paidofilia, Efebofilia, Infantofilia o nepiofilia y Teleiofilia

Crurofilia: Atracción por contemplar o acariciar las piernas.

Cunilalia: Excitación obtenida al hablar acerca de los genitales femeninos.

Cyesolagnia: La excitación sexual se consigue únicamente con mujeres embarazadas.
  • D
Dacryfilia o dacrilagnia: Se trata de un desorden de tipo psicosexual que se desencadena al ver lágrimas en los ojos de la pareja.

Deipnofilia: Atracción por las conversaciones de sobremesa.

Demofilia: Atracción hacia las multitudes.

Dendrofilia o Dentrofilia: Atracción producida al frotarse contra los árboles o vegetales en general.

Dextrofilia: Atracción hacia los objetos que se encuentran a la derecha del cuerpo.

Dipoldismo: Excitación producida al propinar cachetes en las nalgas a niños.

Dipsofilia: Atracción por beber. Se aplica a cualquier líquido, no solo a bebidas alcohólicas.

Dismorfofilia: Atracción sexual o emocional hacia personas deformadas.

Doogging: Excitación sexual al ser observados practicando sexo al aire libre o en el coche.

Dorafilia: Atracción por la pìel humana o pieles animales, sintéticas o de cualquier otro tipo. Se aplica también a la excitación sexual proveniente del tocar el pelo.

Dysmorfofilia: Ver Dismorfofilia.
  • E
Ecdemolagnia: Deseo de viajar o estar lejos del hogar.

Ecouteurismo: Escuchar sin consentimiento a otras personas que mantienen relaciones sexuales.

Ecdiosis: Excitación producida al desnudarse ante desconocidos.

Efebofilia: Atracción sexual de una persona adulta hacia un adolescente o joven en la etapa postpuberal.

Electrofilia o electrocutofilia: Atracción por la electricidad y las descargas eléctricas.

Elefilia: Atracción obsesiva por determinados los tejidos.

Emetofilia: Atracción por vómito o el acto de vomitar.

Enditofilia o enditolagnia: Excitación producida por ver a la pareja vestida.

Eonismo: Deseo de ponerse ropas del sexo opuesto.

Erotofonofilia: Atracción por realizar llamadas telefónicas (normalmente anónimas) utilizando lenguaje erótico u obsceno.

Eopareunia: Situación en la que una persona muy joven mantiene relaciones sexuales.

Erotomanía o síndrome de De Clerambault: Creencia ilusoria de que otra persona, generalmente de un estatus social superior, está enamorada de ella.

Escatofilia: Atracción sexual por las heces. En su grado extremo, hablamos de coprofagia.

Escatofonofilia: Ver erotofonofilia.

Erotolalia: Estimularse sexualmente solamente hablando sobre sexo.

Escopofilia: Instinto o movimiento compulsivo hacia la contemplación placentera de otras personas, ya sea en la vida real o en el cine.

Espectrofilia: Atracción producida por la imagen reflejada en el espejo.

Estigmatofilia: Atracción producida por el hecho de que la pareja tenga tatuajes, agujereamientos (píercing), sacrificios o cicatrices.

Eufilia: Atracción por las buenas noticias.

Exhibicionismo: El placer sexual se obtiene al asustar o crear pánico a otros mediante la exposición por sorpresa del cuerpo desnudo (o de alguna de sus partes). En las películas se representa en ocasiones con el paseante de los parques que al divisar una víctima abre de golpe su gabardina para mostrar los genitales. También se considera exhibicionismo la necesidad de ser visto para poder llevar a cabo el coito.

Exofilia o neofilia: atracción ante lo inusual, bizarro o que sale de la norma.
  • F
Falofilia: Implica una gran atracción sexual por un pene erecto de dimensiones extraordinarias. La costumbre de hacer bollos con forma de pene por Semana Santa no pudo ser erradicada por el cristianismo que permitió que tales bollos se siguieran confeccionando a condición de que llevaran una cruz o se llamaran "cruasan" es decir, cruz santa.

Fermininofilia: Atracción por las personas u objetos feos.

Fetichismo, parcialismo o idolismo: Necesidad de utilizar objetos o talismanes de la pareja para poder excitarse.

Flatofilia: Atracción por el olor de los gases intestinales propios o de la pareja.

Fonofilia: Se trata de la necesidad de escuchar dichas palabras obscenas durante el acto sexual.

Formicofilia: Atracción por el reptar de insectos o pequeños animales (Caracoles, gusanos, etc.) sobre los genitales, el área perineal y los pezones.

Fratrilagnia: Atracción por las relaciones sexuales incestuosas o al imaginar el sexo con un hermano o hermana.

Frotismo, froteurismo o tocheurismo: La persona obtiene placer sexual frotando sus genitales contra personas desconocidas en una multitud.

Furtling: Excitación producida al introducir un dedo a través de un agujero cortado en la zona genital de una foto o dibujo.
  • G
Galactofilia: Atracción por beber leche del pecho de una mujer.

Gerontofilia: Atracción sexual de una persona joven por otra de edad mucho mayor.

Ginonudomanía: Compulsión por arrancar violentamente las ropas a la pareja.

Gimnofilia o nudomanía: Excitación producida por la desnudez.

Ginemimetofilia: Atracción sexual por los travestis o por hombres que se visten o comportan como mujeres.

Gomfipotismo: Excitación provocada por los dientes.

Grafolagnia, iconolagnia o pictofilia: La consecución del estímulo sexual se produce únicamente ante fotos, videos o cuadros eróticos. Puede darse sólo o en presencia de la pareja.

Graofilia, matronolagnia o anililagnia: atracción sexual de una persona joven por una mujer de edad mucho mayor.

Gregomulcia: Excitación al ser manoseado por una persona desconocida en una multitud.
  • H
Harpaxofilia: Atracción producida a ser asaltado o robado con violencia.

Hebefilia: Ver efebofilia.

Hematofilia: Excitación por ver tocar o beber la sangre.

Hemotigolagnia: Atracción sexual por los tampones usados.

Hibristofilia: Apetencia sexual desorbitada por tener relaciones con violadores, asesinos o criminales.

Hidrofilia: Atracción producida por el agua.

Hierofilia: Atracción sexual por personas u objetos sagrados, como por ejemplo las cruces.

Hifefilia: El placer sexual se obtiene al tocar, sentir o rozar contra la piel los objetos ajenos como ropa, cabellos, piel, etc. Habitualmente, se trata de objetos utilizados en las principales zonas eróticas del cuerpo de la pareja como ropa íntima.

Higrofilia: Atracción por los fluidos corporales en general.

Hipnofilia: Excitación producida al contemplar a personas dormidas.

Hipoxifilia: Ver asfixiofilia.

Hirsutofilia: Del latín hirsutus "vello aspero" y del griego filia "amor". Se trata de una la parafilia que se refiere a la atracción por el vello corporal. En este fetichismo, frecuente tanto en mujeres como en hombres, se centra la excitación erótica en los varones velludos o en las zonas peludas de éstos.

Homiliofilia: Placer derivado de predicar un determinado credo o religión a personas débiles, sencillas, crédulas o inocentonas.

Homofilia: Del Griego homos (igual) y philia (atracción). Atraccion sexual por personas del mismo sexo.
  • I
Iatronudia: ver latronudia.

Infantalismo (anaclitismo) : La única excitación proviene de imitar el comportamiento de un niño o de realizar actividades propias de la infancia.

Ipsofilia: Atracción sexual sólo por uno mismo.
  • J
Jactitafilia: Placer experimentado al relatar las propias hazañas sexuales.

Juvenalismo o juvenilismo: Excitación producida en personas adultas por el hecho de representar la etapa juvenil del desarrollo y ser tratado como tal por la pareja.
  • K
Keraunofilia: Excitación producida por los rayos y los truenos.

Knissofilia: Parafilia de quien siente placer al oler el incienso que se suele utilizar en las misas.

kleptofilia o kleptolagnia: Es el hecho de tener que robar para lograr el deseo erótico. La excitación erótica se obtiene del hecho de entrar y robar ilícitamente la morada de un desconocido o pareja potencial.

Klismafilia: Ver Clismafilia.

Knismolagnia: excitación sexual producida por las cosquillas.
  • L
Lactafilia: Atracción por los pechos en periodo de amantamiento. También se refiere se refiere a la excitación sexual provocada al mirar a una mujer lactando o al ser amamantado

Latronudia: Excitación por desnudarse ante el médico, generalmente fingiendo una dolencia.

Lectolagnia: Excitación producida durante la lectura de textos de contenido erótico.

Leptosadismo: Se trata de una forma suave del sadismo.

Levofilia: Atracción por lo objetos que se encuentran a la izquierda del cuerpo.

Ligirofilia: Atracción por los ruidos fuertes.

Ligerastia: Se dice de las personas que necesitan la total oscuridad para poder excitarse.

Logizomecanofilia o logisomecanofilia: Atracción hacia los ordenadores.
  • M
Macrofilia: Atracción por las personas grandes o rollizas.

Macrogenitalismo: Excitación vinculada con un macrofalo (pene muy grande).

Maieusiofilia: Atracción por las mujeres embarazadas.

Maniafilia: Atracción por la locura.

Martimaclia (martymachlia) : Excitación al ser observado por otras personas durante la relación sexual.

Masoquismo o duololagnia: El placer sexual se obtiene ligado a la propia humillación, tortura, abuso o sufrimiento físico (al recibir cachetes, latigazos, pellizcos, etc.) o moral. Se diferencia de la algomanía por la presencia del componente erótico.

Melolagnia: Excitación sexual provocada por la música (no necesariamente tiene que ser música con letras eróticas).

Menstruofilia o menofilia: Atracción por las mujer en el periodo de la menstruación.

Merintofilia: Excitación sexual producida al estar atado.

Metalfilia: Atracción por el metal y los objetos metálicos.

Microfilia: Atracción sexual por las personas pequeñas o enanas.

Miscegenación: Ver alotriorastia.

Microgenitalismo: Excitación por los penes pequeños (Menos de 10 cm).

Misofilia: Ver automisofilia.

Mixoscopía o escoptolagnia: Excitación producida al observar abiertamente a otras personas realizando el acto sexual. Se diferencia del voyeurismo en que en este caso, las personas se saben observadas.

Morfofilia: Atracción por personas con ciertas características físicas prominentes o elementos destacados de la pareja (sólo rubios, sólo obesos, mujeres con grandes pechos, un lunar etc.)

Moriafilia: Excitación producida al contar o escuchar chistes con contenido sexual.
  • N
Nafefilia: Excitación por tocar o ser tocado por otras personas.

Nanofilia: Atracción sexual por las personas pequeña o enanas.

Narratofilia: La excitación sexual se consigue al relatar o imaginar historias eróticas o utilizar vocabulario obsceno en presencia de la pareja.

Necroclesis: Atracción por realizar el acto sexual con un cadáver femenino.

Necrofilia:Atracción hacia los muertos o perversión sexual de quien obtiene placer erótico con cadáveres.

Negrofilia: atracción hacia personas de color.

Neofilia: Atracción por lo nuevo o exótico. También se refiere a los individuo que presenta una atracción compulsiva hacia los objetos de última tecnología.

Nepiofilia o nepiolagnia: El placer sexual se obtiene cuando la pareja es un niño del sexo opuesto.

Nepirastia: Excitación producida por tener alzado a un bebé.

Nictofilia: Atracción a la oscuridad.

Ninfofilia o Lolitismo: Atracción que algunos hombres sienten por las adolescentes o las niñas que están a punto de tener su primera regla. Su equivalente masculino se llama efebofilia.

Ninfomanía: Hipersexualidad femenina. En latín también se la llamaba furor uterinus. Se trata de un apetito sexual exagerado de la mujer. El límite de lo normal no esta definido claramente, pero se puede decir que existe patología sexual si las preocupaciones sexuales tienden a dominar el pensamiento conciente aun después de que el acto sexual ha sido ejecutado o si el sexo tiene una influencia tan dominante que interfiere con otros aspectos de la vida diaria del individuo

Nomatofilia: Atracción por los nombres.

Normofilia: Excitación exclusiva por los actos considerados normales por la propia religión o sociedad.

Nosolagnia: Excitación proveniente de saber que la pareja padece una enfermedad terminal.
  • O
Oclofilia: Excitación ante una multitud de personas reunidas.

Octofilia: Atracción hacia la figura del 8.

Odaxelagnia: Excitación producida al morder o ser mordido por la pareja.

Odofilia: Excitación producida por los viajes.

Ofidiofilia: Atracción hacia las serpientes y reptiles en general.

Ofolagnia: Excitación producida por canciones o ruidos eróticos.

Olfatofilia o Olfactofilia: Atracción por el olor de distintas partes del cuerpo de la pareja, en especial el de las zonas erogenas.

Omolagnia: Excitación provocada al contemplar la desnudez.

Ornitofilia o avisodomía: Afición por las aves.

Ortofilia: Atracción por la propiedad.

Osmolagnia: Excitación producida por los olores.

Otofilia: Atracción por las orejas.

Ozolagnia: Excitación producida por olores fuertes.
  • P
Partenofilia: Atracción por las personas vírgenes.

Parcialismo: Atracción por una parte concreta del cuerpo de la pareja que no tenga connotaciones sexuales explícitas, como por ejemplo pies, manos, etc.

Peodeictofilia o Peodeiktofilia: El placer se obtiene al provocar sorpresa, desmayo, shock o pánico en un desconocido tras la exhibición ilícita del pene.

Pediofilia: Atracción por las muñecas.

Pedofilia: Atracción sexual por los niños.

Picacismo: Excitación sexual al introducirse alimentos en alguna de las cavidades del cuerpo con el fin de que la pareja los recupere con la boca.

Pigofilia o pigotripsis: Placer producido por el contacto o roce con las nalgas.

Pigmalionismo, agalmatofilia, galateísmo o monumentofilia: Atracción sexual por estatuas o maniquíes desnudos. Proviene de Pigmalión, personaje mitológico griego que se enamoró de una estatua de su propia creación.

Pirofilia o Pirolagnia: Atracción por el fuego o los incendios.

Podafilia: Es una variante del parcialismo en la que el estímulo fetichista son los pies (pódos).

Polyiterofilia: Necesidad de tener una serie de parejas sexuales consecutivas antes de conseguir el orgasmo.

Ponifilia: Atracción por los ponis.

Pornolagnia: Frecuentar la compañía de prostitutas o preferencia por cohabitar con ellas.

Pornofilia (del griego "porno", ramera y "philos", amante): Atracción por todo lo relacionado con la prostitución y simpatía hacia sus profesionales.

Psicrofilia: Excitación producida por el frío o al ver a personas con frío.

Pubefilia o ginelofilia: Excitación producida al contemplar o acariciar el vello pubiano.

Pungofilia: Necesidad de ser pinchado para obtener placer sexual.
  • Q
Quinunolagnia: Excitación sexual producida al ponerse en situaciones de peligro.
  • R
Rabdofilia: Atracción por ser flagelado.

Renifleurismo: Desviación sexual en la que la excitación es debida al olor de la orina.

Retifismo: Atracción por los zapatos.

Ripofilia: Atracción por la suciedad.
  • S
Sadismo: La experimentación del placer erótico se produce al provocar dolor físico o humillación en la pareja.

Satiriasis (donjuanismo) : Ver Andromanía.

Sinforofilia o simforofilia: Excitación sexual por organizar, presenciar o imaginar un desastre o accidente.

Salirofilia: Excitación producida al ingerir la saliva o el sudor de la pareja.

Saliromanía: Deseo por ensuciar o dañar el cuerpo o la ropa de la pareja.

Somnofilia: Atracción por acariciar y realizar sexo oral con una persona dormida hasta despertarla. Sin utilizar la violencia.

Sudorofilia: Atracción por el sudor.
  • T
Tafefilia: Excitación proveniente de ser enterrado vivo.

Telefonofilia: Afición exagerada por las conversaciones telefónicas.

Tesauromanía: Afición por recolectar objetos pertenecientes a la persona amada.

Thlipsosis o zlipsosis: Excitación proveniente de los pellizcos.

Toucherismo: Estímulo que se produce al tocar a personas desconocidas.

Tragolimia: Deseo sexual compulsivo sin tener en cuenta el atractivo de la pareja.

Transvestofilia: La estimulación sexual depende del hecho de vestir prendas, especialmente prendas interiores, del otro sexo.

Triolismo: La excitación depende de observar abiertamente a la propia pareja teniendo relaciones con una tercera persona.

Traumatofilia: Se trata de un estado psicológico en el que el individuo siente placer con las lesiones o intervenciones quirúrgicas.

Tripsofilia o tripsolagnia: Excitación producida al ser masajeado o al hacerse lavar el cabello.

Troilismo (del francés trois): Ver triolismo.
  • U
Undinismo: Excitación sexual producida por el vaivén del mar.

Uretralismo: Introducción de objetos en la uretra. Puede ser de tipo autosexual, heterosexual u homosexual.

Urofilia, urolagnia u ondinismo: Atracción por ver orinar o ingerir orina.
  • V
Vampirismo: Excitación sexual provducida por la extracción de sangre.

Vincilagnia: Excitación por hacerse atar.

Voyeurismo: Excitación producida al ver a otras personas realizando el acto sexual de manera subrepticia, es decir, que quienes son observados no lo saben. Puede excitar mucho al voyeurista la posibilidad de ser descubierto. Algunas personas lo llevan hasta sus límites y se arriesgan a ser descubiertas porque de esa manera su excitación se incrementa.
  • X
Xenofilia: Atracción por los extranjeros.

Xenoglosofilia : Preferencia por las lenguas extrangeras.
  • Z
Zelofilia: Atracción producida por el sentimiento de envidia.

Zemifilia: Atracción por los topos.

Zoofilia (bestialismo): Afición por los animales. También se refiere al placer sexual que se obtiene al mantener relaciones sexuales con animales.

Fuente: http://www.psicoactiva.com/info/filias.htm

jueves, 25 de febrero de 2016

¿Cómo lograr el tan deseado “Squirt”? Entiéndelo y Provócalo

Squirt, casi todas las mujeres sueñan con tenerlo, algunas requieren de entrenamiento y otras simplemente lo tienen en casi toda relación sexual.

Se conoce médicamente el origen del squirt o eyaculación femenina desde el año 2001, cuando se dio a conocer el nombre de próstata femenina, el cual todos conocíamos como Punto G. La próstata femenina vendría siendo la terminación del clítoris dentro de la cavidad vaginal, es decir, el clítoris mide aproximadamente 8 cm y lo podemos estimular por dentro y por fuera. Si se conocían aproximadamente 8000 terminaciones nerviosas el clítoris, entonces ¿Cuantas terminaciones nevosas ostenta el clítoris en realidad?, ¿De cuanto placer se esta perdiendo una mujer? Al rededor de la próstata se encuentran las glándulas de Skene, capaces de producir el liquido eyaculatorio, estas contienen canales que transportan la eyaculación por medio de la uretra, es por esta razón que la eyaculación femenina se confunde con orinar, lo que me hace pensar en aquella expresión popular: “orinar da placer”. Ok, teniendo esta información ya clara, podemos provocar un squirt.
1. Se debe tener las piernas bien abiertas, yo me recosté en cama, se me hizo más cómodo y fácil. Estimula el clítoris para llenarlo de sangre y poder palparlo por dentro, para esto, recomiendo el uso de aceites a base de agua, pues estos no alteran el PH de la mujer.

2. Introduce el dedo corazón, el dedo corazón y el índice o el dedo corazón y anular, con la palma hacia arriba, es decir viendo hacia el ombligo, no sumerjas completamente tus dedos, pues el Punto G se encuentra solo a unos centímetros, para se exactos se encuentra detrás del hueso púbico. (Sabes que es el Punto G, porque al mover los dedos hacia el frente, sientes un área acanalada, que al presionar sientes inmediatamente hueso púbico y da sensación parecida a la de ganas de orinar).

3. Debes hinchar el Punto G, hasta volverlo un poco mas grande que el tamaño de una almendra. Esto lo consigues masajeandolo, te recomiendo mover los dedos de manera circular, presionando un poco, da toques rápidos, detente y empuja ligera y extensamente hacia arriba, intentando tocar el hueso púbico. (Es posible que se llegue al orgasmo sin eyacular en este paso, pero es cuestión de ejercitar y entrenar el Punto G)

4. Combina los movimientos anteriores con Kegels, es decir, contrae intermitentemente los músculos pubococcígeos o PC, los músculos con los que se sostiene la orina; es de esta forma que las mujeres normalmente obtienen el orgasmo, pero el orgasmo proviene del clítoris, el nervio pudendo es quien responde y a eso vienen las contracciones y la lubricación abundante en la vagina, pero no hay eyaculación vía uretra.

5. Continua frotando el Punto G, rota el dedo, presiona y conforme se excite, levanta las caderas presionando las nalgas. Sigue y repite los movimientos.

6. Para terminar, saca los dedos o el dedo con rapidez y puja (o pídele que puje), sin dejar de contraer las nalgas y con la cadera elevada; presiona por fuera haciendo círculos con la mano sobre los labios mayores que casi cubren el clítoris, o bien, se puede estimular manualmente el clítoris externo. Si siente que la sensación inminente se escapa, repite. Se necesita de concentración, sentir es lo esencial, va a venir, va a llegar. Lo importante es que no se piense, es importante que solo se sienta. Entregarse a la sensación y dajarla fluir. No todas las mujeres eyaculan la primera vez que lo intentan, es cuestión de conocerse sexualmente y estimularse frecuentemente.
Para lo que formulé un paso a paso diseñado por mi Lincy Acosta, basado en las técnicas propuestas por Alice K. Ladas, quien es terapeuta sexual e investigadora; Annie Sprinkle mi actriz porno favorita y Deborah Sundahl, la gurú de la eyaculación y mi escritora favorita.

lgunas personas preguntarán: ¿Para qué sirve la eyaculación femenina? o ¿Por qué no simplemente tener un orgasmo?. Pues, además de placer puro, de acuerdo al profesor de medicina patológica y forense de la Universidad de Bratislava, Milan Zaviacic, la próstata femenina tiene dos funciones: exocrina, manufacturar, almacenar y emitir el fluido eyaculatorio; y neuroendócrina, producir hormonas y serotonina. Es más, otros estudios de la Universidad de York en Toronto afirman que su propósito es evolutivo: la uretra y la vagina comparten una pared virtual, el piso del canal uretral es el techo de la vagina, por lo tanto la glucosa de la eyaculación es absorbida por la vagina y crea un ambiente de soporte para el esperma, la reproducción.

martes, 23 de febrero de 2016

¿Qué es la demisexualidad?

Desde las últimas décadas del siglo XX, la sexualidad se ha vuelto un tema mucho menos tabú y ha colonizado todas las esferas de la vida. Sexo en el arte, sexo en la ciencia, sexo en la familia y hasta en la escuela. Después de todo, no tiene nada de malo: si se habla más de sexo, se sabe más, se tienen menos prejuicios y se hace de forma mucho más saludable y responsable.

Los humanos somos seres sexuales desde que nacemos hasta que morimos y por lo tanto la sexualidad forma parte de todos los aspectos de nuestra personalidad. La sexualidad es mucho más que la atracción sexual y las relaciones humanas, por ello, aunque una persona no experimente deseos sexuales de ningún tipo, es un error llamarla asexual ya que más allá de no sentir atracción sexual, la persona continúa siendo un ser sexual.

Pero dejemos de lado la llamada asexualidad y concentrémonos por un momento en la demisexualidad. ¿De qué se trata? ¿Es una condición física? ¿Una orientación sexual? ¿O qué?


La demisexualidad no es ningún tipo de condición física o clínica. Se trata de una orientación sexual que, como las demás, no es una opción sino una forma de ser. Una persona demisexual se define a sí misma como una persona que no desarrolla interés sexual con una persona a menos que se trate de una persona con la cual tiene un fuerte vínculo emocional. Según Demisexuality.org:

«Demisexuality is a sexual orientation in which someone feels sexual attraction only to people with whom they have an emotional bond. Most demisexuals feel sexual attraction rarely compared to the general population, and some have little to no interest in sexual activity».

Es importante diferenciar la demisexualidad de las opciones de vida que cualquiera pueda llevar adelante. La demisexualidad está relacionada con los deseos sexuales que no se pueden controlar, y no con la toma de decisiones racionales.

La demisexualidad no implica no sentir placer sexual al momento del acto, sino que simplemente la persona no siente deseos por otra hasta que no se establece cierta conexión emocional. El deseo sexual de una persona demisexual está en el nivel secundario, que es el emocional, y no en el primario, que es el físico.

Así, por ejemplo, un joven que decide no tener relaciones sexuales hasta estar casado con la mujer que ama no necesariamente es un demisexual. De hecho, es probable que ese joven sí experimente sentimientos sexuales antes del matrimonio, pero aún así decida mantenerlos bajo control y aguardar determinado momento para expresarlo.

Todas las opciones de vida son respetables. Y todas las orientaciones sexuales son naturales. Las personas somos todas diferentes y procesamos nuestras emociones y sentimientos de forma diferente. Tú ¿sabías de qué se trata la demisexualidad? ¿Habías escuchado de ella alguna vez?

Fuente. http://www.batanga.com/curiosidades/8168/que-es-la-demisexualidad?utm_source=Facebook&utm_medium=Tiago&utm_campaign=Fanpage_Curiosidades

viernes, 5 de febrero de 2016

Bricosado: Pinzas de gran presión con regulación

Realizado por CHRISTOPHER

En esta oportunidad les traemos un bricosado muy sencillo que no requiere de demasiadas herramientas ni complicaciones, se trata de una pinzas de gran presión con regulación que la logramos  a través de unas varillas roscadas y mariposas, dándole a estas precisión en el cierre y en la presión de la mismas.

Resultado final



Los materiales
2 pinzas de sujeción (o multiusos) plásticas  chicas de 4" 
4 tuercas ciegas
4 arandelas
2 mariposas
Varilla roscada de casi 4mm o 5/32"
Herramientas

arco de cierra
lima
2 llaves de 8mm o de 5/16 o 2 pinzas
una regla o cinta métrica




Paso_1
Cortar dos tramos de la varilla roscada de aproximadamente 13 cm, luego limar las puntas para emparejarla y que entren bien las tuercas.

Paso_2
Pasar la varilla por los dos agujeros (ya vienen en las pinzas) y colocar una de las arandelas y una de las tuercas ciegas.




Paso_3
Colocar en la otra punta: primero la arandela, luego la mariposa y al final la tuerca ciega. Con las dos llaves  (o pinzas)  ajustar las tuercas ciegas hasta que  hagan tope.
La función de la mariposa es que esta regula el cierre y la presión de la pinza así uno le va dando a gusto y de forma precisa el apriete de la misma.


Una opción más es sacarle la parte plástica de adelante, eso queda a gusto y perversidad de cada uno.

Como verán es sumamente sencillo de realizar, espero las disfruten.


La medida  que le sigue es la mediana de 6", esta aparte de ser más grande, ejerce más presión  y la pueden ver aquí junto a las chicas que usamos para el bricosado de hoy.