“Cualquiera que sea tu historia, bienvenido. Has emprendido un largo viaje hacia la honestidad sexual y la revelación personal. Puede ser un camino arduo, pero es el único modo de conseguir lo que deseas. En el decurso, te parecerá que hay un montón desalentadoramente grande de conocimientos que aprender; no te deseanimes. El Amo más perverso del mundo, la Dómina más imaginativa, empezaron igual que tú hoy: curiosos, excitados y algo inseguros.”
Pat Califia,
“SM. Los secretos del sadomasoquismo”

domingo, 2 de febrero de 2020

Total Power Exchange (TPE) / Erotic Power Exchange (EPE)


Total Power Exchange (TPE) – Intercambio total de poder / Erotic Power Exchange (EPE) - Intercambio Erótico de Poder IEP
Las relaciones de TPE suponen el grado más alto de dominación y de sumisión en el mundo BDSM. ¿En qué consisten realmente? ¿Es posible llegar a tener una relación así? ¿Cuáles son las implicaciones de participar en una?

¿Qué es Erotic Power Exchange?

Erotic Power Exchange, abreviadamente EPE o EPC (Erotic Power Cession) o IEP (intercambio Erótico de Poder), es un anglicismo que se traduce en la escena hispana del BDSM como Intercambio (o Cesión) Erótico de Poder, significando la cesión voluntaria y consensuada de la capacidad de decisión de una parte, en favor de la otra. La primera recibe el nombre de sumisa, y la segunda el de Dominante. Ambas obtienen, en dicho intercambio, una recompensa en forma de placer (generalmente emocional y muchas veces también sexual).
Dentro del Erotic Power Exchange la cesión puede pactarse por un tiempo determinado (sesión) o de forma continuada (24/7), para un plano específico (el sexual, el verbal, forma de vestir, etc.) o para todos (Total Power Exchange), estableciendo excepciones (el plano laboral, familiar, social, etc.) o planteado sin estas.
En realidad se trata de una terminología reciente para algo que siempre se ha definido en el área hispanoparlante como relaciones de dominación y sumisión, (d/s), pero incorporando la nomenclatura actual inglesa. Dada la influencia cultural del ámbito anglosajón, es probable que en años venideros la definición de EPE vaya desplazando gradualmente a la de d/s. Ambas describen la misma situación, como atestigua la E.P.E.I.C. (Erotic Power Exchange Information Center), una de las organizaciones mundiales más reconocidas dentro del BDSM, que trabaja en común con la International Maledom/femsub Guild, sociedad que ampara a los grupos BDSM con presencia en Internet:
"EPC es toda relación entre adultos que de forma voluntaria incorporan los elementos de dominación (poder) en sus relaciones amorosas -y usualmente asimismo en una gran parte de sus vivencias diarias. E.P.C es más conocido como BDSM, S/M, D/s o sadomasoquismo, pero todos esos términos son demasiado limitados, incorrectos y a menudo se confunden con estereotipos y afecciones mentales, por lo que preferimos la denominación E.P.C. Esta puede tomar cualquier forma, dentro de una relación. Desde los juegos de sumisión amorosa en una pareja que hace el amor, hasta las relaciones totales 24/7 , 24 horas al día, 7 días a la semana" (EPEIC, diciembre de 2000).
El perfil que adopta una u otra relación, dependerá enteramente de las fantasías de sus integrantes, de los pactos entre ellos, etc. En tanto esta relación sea consensuada, informada, sensata, presidida por el sentido común y voluntaria, la comunidad BDSM las entenderá como D/s, o en la terminología anglosajona EPE, Erotic Power Exchange. Si faltan uno o varios de esos elementos identificativos, el resultado sería el de una situación de abuso. (BDSM: Teoría y Práctica, BDSM y Sociedad: EPE)

 Total Power Exchange (TPE) – Intercambio total de poder

¿Qué es el Intercambio total de poder?
Este término (conocido también por el acrónimo TPE) se utiliza para describir una relación absoluta *Am@/Dueñ@/esclav@, es decir, una relación en la que la/el esclav@ ha cedido irrevocablemente el control total de su persona y de su vida a su Am@/Dueñ@, de modo que el intercambio de poder resultante impregna cada parte de sus vidas y los conduce a una completa interdependencia.
*Aclaración: En algunas partes se mantiene el argot de la vieja escuela del BDSM (más que nada anglosajona y algunas partes de Europa) y se toma el término para el titulo de Am@, con el significado de Dominante que posee un/a esclav@, en otros lados Am@ es tanto para quien tiene tanto un/a esclav@ como un/a sumis@ y en muchas partes de la escena BDSM Sudamericana se denomina Am@ Dominante que tiene a su cargo un/a sumis@ y Dueñ@ a Dominante que tiene a su cargo un/a esclav@
La/él esclav@ no puede renunciar a su responsabilidad legal y moral como persona adulta por sus propios actos, pero entre Am@/Dueñ@ y esclav@ se entiende que su consentimiento al TPE, una vez dado, sólo puede ser revocado en circunstancias muy particulares (la seguridad, la cordura y la legalidad cubren la mayoría de ellas). Las restricciones físicas pueden aumentar el compromiso de la/el esclav@ , y aunque por supuesto legalmente cualquiera de las partes es libre de abandonar la relación, el TPE es tanto un estado mental como físico, tanto para el Am@/Dueñ@ como para él/la/el esclav@ .
Si hiciésemos una relación de los tipos de relaciones D/s que se dan en el BDSM en función del grado de compromiso de los participantes, las relaciones TPE ocuparían el lugar más alto, puesto que el compromiso de los participantes es el mayor posible.
Tipos de relaciones D/s
EPE (Erotic Power Echange). La cesión de poder se limita a las actividades eróticas.
24/7 (sumis@). La cesión de poder se extiende a todas las actividades de la vida de la pareja, pero la sumis@ conserva el poder de decisión sobre los límites que no se pueden traspasar.
24/7 (esclav@). La cesión de poder se extiende a todas las actividades de la vida de la pareja, y la sumis@ (ahora denominada esclav@) renuncia a imponer sus límites, dejando que su Am@/Dueñ@ sea el que decida si quiere establecer algún límite. Aun así, en este tipo de relaciones la/el esclav@  suele seguir conservando ciertas zonas de autonomía (como la autonomía financiera, la libertad total o parcial de movimientos o la capacidad de decidir sobre asuntos críticos de su propia vida, como pueden ser sus asuntos familiares).
TPE (Total Power Exchange). La cesión de poder es total y absoluta entre la/el esclav@  y su Am@/Dueñ@. La/el esclav@  ya no tiene ninguna zona de autonomía y la última palabra sobre todos los aspectos de su vida la tiene su Am@/Dueñ@.
NOTA: Realmente no hay relaciones D/s que se ajusten exactamente a uno de los 4 tipos, sino que usualmente las relaciones D/s suelen estar entre medias de dos de los tipos. Por ejemplo, una relación que sea básicamente del tipo 1 (EPE) pero en la que la/el esclav@  haya cedido a su Am@/Dueñ@ el control de su vestuario se situaría entre los tipos 1 y 2.
NOTA 2: Que una relación D/s sea de un tipo u otro no hace que sea mejor o peor que cualquier otra. Cada pareja creará la relación que sea la mejor para ellos, que es lo único que cuenta. Comparar un tipo de relación con otro tipo en términos de “mejor” o “peor” es un concepto absurdo.
¿Es posible realmente?
Aunque la teoría está muy clara, en el mundo real las cosas nunca son tan sencillas. ¿Pueden existir realmente las relaciones de Intercambio total de poder? Examinemos la palabra "total". ¿Puede haber alguna vez un intercambio "total" de poder? Probablemente no. Puesto que la esclavitud es ilegal, y la "esclavitud BDSM" es consensual (y negociable) el poder nunca se cede absolutamente, no importa lo que se diga por ahí.
La famosa pregunta del BDSM, "¿te tirarías de un puente si tu Am@/Dueñ@ te lo ordenara?" es usualmente contestada, "Sí, pero mi Am@/Dueñ@ nunca me lo pediría". Eso está bien en teoría. Suena bien. Pero, en realidad, si le pides a tu esclav@ que se tire de un puente la respuesta seguramente será: "Vete a la mierda, imbécil". Fíjate en que la palabra "Am@/Dueñ@" ha sido sustituida rápidamente por "imbécil". Siempre hay límites a las cosas que una esclav@ hará, cosas que la/el esclav@  se negará a hacer, incluso si con ello corre el riesgo de destruir la relación. No existe la esclavitud total.
NOTA: En ocasiones, las relaciones de TPE pueden llevar a la alienación de la/el esclav@  si su Am@/Dueñ@ no es muy cuidadoso con el cuidado emocional de ella. Y en otras ocasiones una relación TPE puede degenerar en abuso si el “Am@/Dueñ@” se aprovecha de esa alienación. Bajo esas condiciones de alienación, la presión que sufre la/el esclav@  puede llevarla a hacer cosas que de otra manera no haría nunca (como tirarse de un puente a petición de su “Am@/Dueñ@”). Evidentemente, ni la alienación ni el abuso forman, por definición, parte del BDSM y es responsabilidad de la comunidad denunciar esos casos si tiene conocimiento de ellos.
Aunque el ejemplo de tirarse de un puente es un ejemplo extremo, se puede decir con seguridad que en cualquier relación D/s, la palabra "total" nunca significará "totalmente". Siempre habrá cosas que una esclav@ no podrá o no querrá hacer, y cosas que un Am@/Dueñ@ no pedirá.
Por lo tanto, debemos pensar en el "Intercambio total de poder" como una meta idealizada en lugar de alcanzable. A medida que la relación evoluciona, y a medida que aumenta el nivel de confianza, más y más poder fluye hacia el Dominante. El TPE es un destino al que te acercas cada vez más, pero al que nunca llegas.
¿Cómo se modela una relación de TPE?
 Se necesita una inmensa cantidad de tiempo y energía para empezar a avanzar hacia una relación de TPE, por no hablar de llegar a una etapa cercana al ideal de intercambio total de poder. Una relación TPE es una meta a largo plazo. Cualquier nivel de TPE sólo puede alcanzarse mediante la construcción lenta y cuidadosa de una relación en la que cada miembro de la pareja ya ha adquirido una profunda confianza, comprensión y conocimiento del otro y de sí mismo. El vínculo se hace tan fuerte que es "imposible" que la/el esclav@  abandone la relación. En cuanto al Am@/Dueñ@, quizás el grado de interdependencia, y el nivel de responsabilidad que asume, implican que la posibilidad de que abandone la relación también disminuya de acuerdo con la intensidad del intercambio de poder. Estos factores son los que diferencian a las relaciones de TPE de otras relaciones Am@/Dueñ@/esclav@. Así como la "propiedad" puede ser un estado de ánimo, aunque no una realidad jurídica, los miembros de una relación de TPE están absolutamente comprometidos con un vínculo inmutable " sin intención de salida del mismo".
 Las restricciones físicas también pueden dificultar cada vez más la salida de la/el esclav@ . Por ejemplo, la mayoría de las esclav@s de TPE consienten en no tener control ni acceso a las finanzas o a la propiedad sin el permiso de su Am@/Dueñ@, y pueden tener restricciones en sus movimientos. Esto libera intencionalmente a la/el esclav@  para que se concentre en la relación, en sus deberes y en su Am@/Dueñ@, ya que los demás asuntos están fuera de su control. La confianza bien fundada es de gran importancia, y la libertad que siente la/el esclav@  tiene un efecto fortalecedor.
En otras ocasiones el Am@/Dueñ@ prefiere que sea su esclav@, por supuesto bajo su dirección, la que se ocupe de todos los temas laborales, económicos y sociales de la pareja. Como con cualquier otra tarea que le encomiende su Am@/Dueñ@, la/el esclav@  velará incansablemente por los intereses de aquél. ¿A quién podría encargase esas tareas con mayor confianza?
El poder del Am@/Dueñ@, y la sumisión de la/el esclav@  a ese poder, no significa que el esclavo tenga que ser necesariamente micro-gestionado. El concepto esencial es que la autoridad general, el nivel de control establecido, y la responsabilidad final, pertenecen al Am@/Dueñ@. Se busca un equilibrio preciso entre la supervisión de la vida de la/el esclav@  y el fomento de la creatividad, ya que el objetivo de la relación no es el aburrimiento y la sofocación del espíritu, sino la excitación, el contacto físico y mental profundo y la libertad para evolucionar.
El papel de cada uno en la relación
A cambio de tomar el control y la responsabilidad de la vida y del cuerpo de la/el esclav@ , el Am@/Dueñ@ es libre de moldear a la/el esclav@  y la relación de acuerdo con sus gustos y necesidades. En términos reales, un verdadero Am@/Dueñ@ no toma ninguna decisión que vaya en detrimento del bienestar de la/el esclav@  o de la relación. Este punto, más el consentimiento, son dos de los factores más importantes que establecen cualquier tipo y nivel de relación Am@/Dueñ@/esclav@ dentro del BDSM, y que las distingue de las relaciones abusivas.
La/el esclav@  gana una estructura conocida en su vida, seguridad y lo más importante: el cumplimiento de la necesidad de ser poseída como una esclav@ de TPE. Como en todos los asuntos BDSM, la necesidad (y el deseo) juegan un papel importante a la hora de guiar la relación hacia las cosas que satisfacen y benefician a ambos socios; en este caso los socios necesitan y quieren algo más que los niveles de permanencia y seguridad proporcionados por una relación convencional.
Los cargos, deberes y responsabilidades de ambos socios se definen claramente. Esta certeza permite a los socios la libertad de desarrollar todo su potencial en lugar de tener que negociar y luchar continuamente por un equilibrio de poder. No se convierten tanto en "una pareja", como en dos mitades de una entidad –lo que disuelve la necesidad de contratos y expresiones conscientes de control-, una mitad equilibra, actúa y reacciona automáticamente con la otra.
Y al igual que otras relaciones Am@/Dueñ@/esclav@, las relaciones TPE no siempre funcionan sin problemas. Es normal que una esclav@ sienta en algún momento la necesidad de rebelarse contra su situación debido a la frustración, preocupaciones, un conflicto interno entre cómo ve su papel en la vida y lo que la sociedad encuentra aceptable, o simple mal humor. Y también es normal que un Am@/Dueñ@ pueda sentir que la responsabilidad es abrumadora, o que en un mal día simplemente se sienta poco Am@/Dueñ@. Sin embargo, una relación TPE se establece para que los problemas se traten abiertamente, y cuando surgen no sacuden sus sólidos cimientos o los ideales que se persiguen.
Los parámetros básicos de una relación TPE
La mayoría de las relaciones TPE comparten varias características que son las que las diferencian de los otros tipos de relaciones D/s.
·         Es un compromiso de por vida
Las parejas de TPE se comprometen de por vida. La muerte de uno de los miembros de la pareja es la única "salida" de la relación. Habitualmente la relación TPE se oficializa en una ceremonia protocolaria (La ceremonia de las rosas) que tiene un significado similar en el mundo BDSM a las bodas vainilla.
·         La/el esclav@  no puede dejar la relación
 La/el esclav@  se ha entregado totalmente a su Am@/Dueñ@ y, por tanto, también le ha entregado el poder de terminar la relación. Y puesto que se compromete de por vida, realmente no hay salida para la/el esclav@ . La/el esclav@  no puede irse.
Esta es una de las partes que hace que la mayoría de las personas se estremezcan cuando hablan de una relación de TPE. Su argumento "puedes irte si quieres", es válido, por supuesto, en el sentido que, como se dijo antes, la esclavitud real es ilegal. La mayoría de las parejas de TPE crean un entorno en el que las acciones prácticas apoyan esta decisión de "no poder salir" que las parejas tomaron cuando iniciaron su relación (por ejemplo, acordando que la/el esclav@  no tenga ni dinero ni vehículo propio).
NOTA: Desde el punto de vista protocolario, la/el esclav@  podría abandonar una relación de TPE si su Am@/Dueñ@ comete un acto delictivo hacia la/el esclav@  (por ejemplo, maltrato), si su Am@/Dueñ@ la incita a cometer un delito o si su Am@/Dueñ@ desaparece. En estos casos se puede realizar una ceremonia de separación que la oficiará quien hizo la ceremonia de unión y dos testigos más, sin que el Am@/Dueñ@ esté presente. Sin embargo, la/el esclav@  no puede hacer públicos los problemas de la relación ni la ruptura de ésta hasta que el Am@/Dueñ@ no lo haga por él mismo, o su reputación sufriría un gran menoscabo en la comunidad. Lo que en estos casos se aconseja es que la/el esclav@  aporte pruebas de lo vivido y de las ilegalidades que se hayan podido cometer para que su reputación quede intacta. En cualquier caso, aunque la/el esclav@  tenga la razón y el protocolo esté de su parte, lo cierto es que desgraciadamente en las comunidades BDSM más conservadoras la valía de una esclav@ de TPE que abandona su relación es puesta en entredicho.
Para la mayoría de la gente esto suena a prisión. Pero lo que hay que tener en mente es que es una prisión en la que la/el esclav@  quiere estar y que, de hecho, es la vida que ha elegido libre y voluntariamente. Las cuestiones prácticas simplemente están ahí para apoyar ese deseo.
 No hay contrato de sumisión
En una relación TPE un contrato de sumisión no tiene sentido. La/el esclav@  ya se ha entregado por completo a su Am@/Dueñ@. No hay razón para estrechar las áreas de su poder sobre ella. Él tiene todo el poder. Ella no tiene ninguno. No hay razón para poner eso en un pedazo de papel.
Eso no es impide, sin embargo, que a veces después de la ceremonia de unión se firme un documento similar a un acta de matrimonio, bien con las firmas manuscritas del Am@/Dueñ@ y de la/el esclav@ , o con una gota de sangre de cada uno.
No hay reglas
Puesto que el control total de todos los asuntos de su esclav@ la tiene el Am@/Dueñ@, establecer reglas tampoco tiene sentido. El Am@/Dueñ@ siempre tiene la última palabra en todo y, por tanto, la única regla es la de “obedecer al Am@/Dueñ@”.
Como se ha dicho antes, no es habitual que el Am@/Dueñ@ realice una micro-gestión de su esclav@ (es decir, que controle todos y cada uno de los aspectos de su vida, hasta los más ínfimos). La/el esclav@  procura regir sus acciones teniendo en cuenta lo que sabe que su Am@/Dueñ@ prefiere, las directrices generales que su Am@/Dueñ@ ha establecido para la relación y la manera en que éste moldea y hace avanzar la relación.

No hay una palabra de seguridad
En una relación TPE no hay palabra de seguridad, puesto que eso daría a la/el esclav@  un cierto grado de control (que no desea tener). En su lugar, las relaciones TPE se rigen por el metaconsenso, es decir, es el Am@/Dueñ@ el que decide si detiene una acción en función del estado y de las reacciones que vea en su esclav@. Como en cualquier otra relación D/s, un buen Am@/Dueñ@ nunca llevará a su esclav@ más allá de sus límites naturales, con palabra de seguridad o sin ella. Lo que sí hará el Am@/Dueñ@ es tratar de ir empujando progresivamente esos límites para hacer crecer la relación.
Para terminar
Entonces, ¿cuál es el "objetivo" para una pareja que vive en una relación de TPE? Diría que es una simbiosis, convertirse casi en "una persona", o una especie de organismo que es UNO pero consiste en dos células que dependen una de otra. Ciertamente no es para todos. Las dos personas involucradas deben realmente quererlo, y obtener placer de ello. La/el esclav@  debe sentir la necesidad de renunciar a todo control, y el Am@/Dueñ@, por otro lado, debe tener la necesidad de tener ese control total
¿Es posible alcanzar una meta así?
Tal vez no. Y realmente no importa. Es el propio camino que hay que recorrer para trata de llegar hasta allí lo que ya les da sentido a estas relaciones.

Fuentes:
Powerful Pleasures
The Iron Gate
Kink Weekly
Escorpio Dom, 8 de julio de 2018
Espero les resulte útil, saludos CHRISTOPHER