“Cualquiera que sea tu historia, bienvenido. Has emprendido un largo viaje hacia la honestidad sexual y la revelación personal. Puede ser un camino arduo, pero es el único modo de conseguir lo que deseas. En el decurso, te parecerá que hay un montón desalentadoramente grande de conocimientos que aprender; no te deseanimes. El Amo más perverso del mundo, la Dómina más imaginativa, empezaron igual que tú hoy: curiosos, excitados y algo inseguros.”
Pat Califia,
“SM. Los secretos del sadomasoquismo”

martes, 17 de septiembre de 2013

Disciplina y Castigo - Elise Sutton

Tomado de: http://dominacionfemenina.blogspot.com.ar/2006/05/disciplina-y-castigo-elise-sutton.html


La disciplina es un modo de vida que se basa en la corrección encaminada al logro de una meta positiva. El castigo es una sentencia por violar las leyes. Por ejemplo, el delincuente que es sentenciado a prisión está siendo castigado por su crimen. El atleta que trata de conseguir un record lleva una vida disciplinada y hace sacrificios para entrenarse y conseguir sus metas.

En la Dominación Femenina, el sumiso es disciplinado por la Mujer para que llegue a ser mejor como hombre y como sirviente de ella. El sumiso es disciplinado para ser corregido y que así mejore en su actitud.

Una sesión semanal de disciplina es lo apropiado para que la Mujer pueda evaluar el comportamiento del sumiso en base a las metas y obligaciones que le hayan sido asignadas. Se le corrige mediante la disciplina para que su comportamiento mejore y que esté correctamente entrenado para servir mejor a la Mujer Dominante.

Un castigo es una sentencia por la violación de una ley que la Mujer Dominante ha promulgado. El sumiso ha violado, con conocimiento de causa, una de las ordenes de su Reina y es castigado merecidamente por su ilegal comportamiento.

Un ejemplo sería si, pongamos por caso, la Mujer Dominante ha prohibido al sumiso masturbarse. Si viola una orden que conocía, debería ser castigado para que aprenda la lección y pague una pena justa por su infracción.

En cambio, el sumiso es disciplinado con regularidad independientemente que haya desobedecido las ordenes o no. El propósito de la disciplina es ser educado por la Mujer Dominante.

Una práctica de Dominación Femenina como azotar con un látigo o azotar en las nalgas con cualquier instrumento puede ser tanto una disciplina como un castigo. Es el propósito y el grado de severidad lo que variará dependiendo que sea una práctica que se haga para educar o como respuesta a una infracción. Un castigo siempre será más severo que una disciplina.

La disciplina es buena y puede hacer que el sumiso llegue a la zona de sumisión gracias a la cariñosa, pero al mismo tiempo autoritaria, mano de la Mujer Dominante. La disciplina es necesaria para que la Mujer Dominante eduque correctamente al sumiso.

Un sumiso que no sea disciplinado con regularidad es usualmente desobediente y llega a convertirse en egoísta y perezoso. Por naturaleza, los hombres necesitan ser disciplinados por la Mujer. Cuanto más disciplinado sea el hombre, menos necesidad tendrá de ser castigado pues será más obediente.

El castigo es malo y no tiene jamás la intención de ser sumisamente satisfactorio. Su intención es la de castigar los errores de tal forma que no vuelvan a ocurrir. Un castigo es también un acto de amor pero cuyo propósito es reprimir la desobediencia.

Los términos disciplina y castigo son fácilmente intercambiables y se suelen utilizar para referirnos indistintamente a ambos conceptos. Sin embargo, la terminología no es tan importante como el propósito de la corrección:

Si es para entrenar, educar, guiar la conducta y alterar comportamientos y actitudes del sumiso, entonces es Disciplina.

Si es para reprobar, penalizar y regañar al sumiso por una desobediencia, entonces es Castigo.

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