Autor CHRISTOPHER_ACH
Debido
a un debate que surgió en una página de BDSM sobre la importancia de la palabra
de seguridad, paso a escribir sobre ella y un poco de su función e historia.
Para
entenderla debemos hacer un recorrido por alguno puntos importantes del BDSM, y
esto serian desde el protocolo S.S.C. pasamos al C.C.C. y del consenso
tradicional al Metaconsenso.
Historia
y aplicación
Palabra de seguridadDado que muchas de las situaciones durante una sesión contienen elementos de fantasía y rol, y que en algunos de ellos se escenificaba la «protesta» del participante sumiso, era necesario crear un sistema de comunicación que le permitiera a este dejar claro el momento en que su protesta era real y equivalía al deseo de no continuar. Y era preciso que el dominante pudiera percibir nítidamente este deseo y diferenciarlo de la escenificación del «¡no, no más!» que podía ser parte del juego sexual pactado. La solución fue la denominada «palabra de seguridad». Puede ser una palabra de rápida dicción y sonora («stop», «tango»), una que sea significativa para quien la debe recordar (por ejemplo, el nombre de una persona familiar, etc.).
La palabra-código, también así llamada, es usada
por la parte sumisa para indicar de forma rápida que el grado, las
circunstancias o la actividad que se está desarrollando no es de su gusto y que
desea parar. La ética del BDSM prefija que en todo momento la parte dominante
respetará dicha manifestación e interrumpirá la actividad.
La primera mención constatable del
concepto se registra a finales de 1992 y se refiere a unas precisiones
fonéticas aparecidas en el círculo de activistas alemanes S/M-Szene:
La palabra de seguridad no debe contener
sonidos fonéticamente tenues, para evitar su mala audición con música
ambiental. Tampoco debe contener la vocal "i", ya que esta es difícil
de entender si la voz está tomada.
La
palabra de seguridad es el medio a utilizar en casos de verdadera urgencia,
cuando surge la necesidad de ir al baño, se recuerda que se ha dejado el grifo
de la bañera abierto, la otra parte está deslizando una pluma de ganso por las
plantas de los pies de la persona sumisa, sin saber que ésta tiene
insoportables cosquillas en esa zona, o cuando se quiere interrumpir la sesión
por otras razones.
Su uso
es generalmente indiscutido, especialmente en los comienzos de una relación,
pero contiene también algún riesgo, como deja claro Datenschlag:
Abandonarse
demasiado a la palabra-código puede a veces perjudicar la seguridad. En el
caso de juegos emocionalmente profundos, puede encontrarse la parte sometida
demasiado abstraída e inmersa en sus emociones como para usarla.
Dentro
de la comunidad BDSM ,
existen otras formas minoritarias de contemplar el empleo de la palabra de
seguridad, especialmente para los practicantes del metaconsenso. Para ellos, la
parte pasiva o sumisa cede voluntariamente y previo consenso la completa
responsabilidad sobre el desarrollo de la sesión a la parte activa o dominante.
En esos casos es la parte activa la que decide si interrumpir o no la sesión,
lo que presupone (además del previo consenso) un elevado grado de confianza y
conocimiento entre ambas partes. Por último, los activistas de la Old Guard rechazan el
uso de la palabra de seguridad, por entender que es un límite no deseado en la
entrega.13
Consenso
Ponygirl
folsom2005.jpg
Consensuar - Consensualmente: Se
refiere a la voluntariedad y mutuo acuerdo en relaciones BDSM
El
consenso que se establece en todas las relaciones BDSM es precisamente lo que
le dota de un contenido específico, distanciándolo de cualquier situación de
violencia no-pactada, como los malos tratos, la violencia de género, etc. Al
igual que el consenso sexual, permite distinguir con claridad cuando dos
personas están haciendo el amor y cuando, al faltar este, se produce una
violación, de igual manera comparar una sesión BDSM (pese a la apariencia de
violencia verbal o física) con una situación de malos tratos, sería como
pretender comparar la noche de amor de una pareja con la infamia de una
violación.
Esta
forma de consenso puede revestir múltiples formas. Por ejemplo, mediante la
escenificación de una negociación previa a la sesión, en la que se establece el
cómo, el cuándo y el grado de las actividades a realizar, la palabra de
seguridad a emplear, etc. Pero también puede adoptar la forma de acuerdo menos
elaborado, cuando existe amplia confianza por ambas partes. En todo caso, su
existencia es siempre básica para que la actividad a desarrollar esté
encuadrada en lo que se denomina BDSM. Asimismo existen fórmulas de consenso
global, especialmente en parejas que se conocen o se relacionan habitualmente.
En estos casos, no siempre se da una negociación previa antes de cada sesión,
sino que a menudo se establecen pactos más abiertos y a más largo plazo.
Metaconsenso
El metaconsenso es una forma evolucionada de consenso, propia de algunas relaciones
BDSM muy avanzadas en el mutuo conocimiento y donde se producen situaciones de
profunda confianza entre la parte sumisa y su dominante, además de suponer una
amplia experiencia por parte de esta última.
En
dichas relaciones, la parte sumisa manifiesta explícitamente que no desea
asumir la responsabilidad de interrumpir la sesión en el caso de sentir que
ésta supera sus límites o su capacidad, sino que desea que sea la parte
dominante quien tome esa responsabilidad y decida en todo momento al respecto.
Esto implica, por ejemplo, que la parte sumisa asume de forma responsable,
consensuada y sensata su deseo de que, en caso de rogar dar por finalizada una
actividad concreta (o la sesión en su conjunto), sea la dominante quien decida
aceptar o no esa petición.
El metaconsenso se practicaba de forma muy
generalizada en los inicios históricos del BDSM, la época denominada de la Old Guard , aunque era
más conocido en los círculos anglosajones con la denominación, algo confusa, de
no-consenso consensuado (consensual non-consensuality).
A raíz
de popularizarse en la comunidad el concepto SSC*, el metaconsenso pasó a estar
más en desuso y no volvió a vivir un relativo relanzamiento hasta la década de
los 90, aunque su práctica continúa siendo minoritaria en la comunidad BDSM. Ofrece
la "ventaja", para la parte sumisa, de no tener que preocuparse por
el desarrollo de la sesión, ya que será la misma dominante la que la
interrumpa, si cree que está siendo demasiada intensa, sin necesidad de esperar
que aquella lo manifieste. Esto es especialmente importante en los casos en donde
la parte sumisa se encuentra en un estado cercano al éxtasis, el llamado
sub-space, que puede sobrevenir durante una sesión.11 Pese a ello, muchas de
las personas incorporadas al BDSM tras el periodo de la Old Guard opinan que el
metaconsenso es una práctica que arrastra importantes riesgos y la consideran,
por tanto, en los límites de la comunidad.
* SSC: Las
relaciones BDSM deben seguir un modo seguro,
sensato y consensuado respecto a sus prácticas:
Seguras, en cuanto al conocimiento necesario
sobre su desarrollo y sobre el material usado, así como sobre la prevención de
riesgos.
Sensatas, en cuanto a la capacidad razonable de
decisión por parte de los actores, no alterada por drogas o bebidas y acorde
con la experiencia de cada participante, sabiendo diferenciar fantasía y
realidad.
Consensuadas, en cuanto a que los
participantes estén de acuerdo sobre la forma e intensidad con la que se
realicen, e igualmente que dicho acuerdo pueda rescindirse en cualquier
momento.
CCC – Committed Compassionate Consensual
En
este sistema, en lugar de determinar cuáles son los deseos y requerimientos de
la persona dominada, sólo se determinan cuáles son las actividades “no-deseadas”.
O dicho de otra manera, sólo se especifican los “límites” infranqueables. A
partir de ahí es la persona que domina quien determina cuáles serán todas las
actividades, cuándo y qué, por su cuenta. Las “palabras de seguridad”
(safeword) tampoco están permitidas. Este intercambio total de poder es deseado
por mucha gente, pero los riesgos son muchos.
De
todos modos puede haber discusiones abiertas para cambiar los límites, de modo
que se mantenga dentro de los márgenes del consenso, base del BDSM. CCC suena
como algo muy sencillo y satisfactorio para la mayoría, pero pocas puedes
personas se atreven a hacerlo realmente. Tan pronto como se dan cuenta de los
riesgos asociados, y la dificultad de manejar adecuadamente esas situaciones,
rápidamente vuelven a adoptar alguno de los otros tres sistemas.
Nota:
No
todas las personas que practican BDSM conocen estos términos, y no todas
consideran seguir estas normas. Algunas las evitan y otras incluso usan
diferente terminología. Es también importante tener en cuenta que no tienen
ninguna validez legal.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/BDSM
Como
verán hicimos un amplio recorrido partiendo desde la palabra de seguridad y la
importancia de esta, sobre todo al inicio de relaciones nuevas o sesiones esporádicas
entre desconocidos o poco conocidos, luego por el clásico Consenso y de ahí al
Metaconsenso, el cual la deja de lado porque ya hay tanta confianza entre
partes que no la ven tan necesaria dejando en manos de la parte Top la decisión de
detener o no la sesión, hasta pasar por los protocolos tanto el clásico S.S.C como el C.C.C. el cual no la tiene en cuenta ya
que es muy similar al Metaconsenso.
Y en
esto quiero hacer una aclaración... en ningún momento estoy diciendo o
fomentando que relaciones nueva o esporádicas no utilicen la palabra de
seguridad, ya que esta es un freno de emergencia ante cualquier inconveniente.
Simplemente
trato de transmitir conceptos en que.. hay parejas que llevan años juntos y ya
no la utilizan, tanto porque la
parte Top no va a exceder los limites ya conocidos de su
bottom, como porque los límites del Top de por si no superan al de su bottom, o
simplemente hay una entrega de confianza plena.
Saludos CHRISTOPHER