La idea de celebrar el Día Internacional del BDSM surgió en el año 2003, durante una reunión informal en el Club Rosas 5 de Barcelona, mantenida entre otros por Didak, Kurt y Amarilys. Mientras compartían copas, risas y bromas, Didak preguntó por qué no teníamos un día señalado para el BDSM y le propuso a Kurt la celebración del primer Día Internacional de BDSM en el Club Rosas 5.
Escogieron la fecha 24/7, habida cuenta del significado que dicha nomenclatura tiene para el mundo BDSM. Aquella primera celebración contó con numerosos asistentes y la presencia de conocidos personajes del panorama BDSM. El club permaneció abierto durante 24 horas durante las cuales se sucedieron escenografías y actuaciones. Así mismo, se realizó una exposición de lienzos de Amarilys, creando uno incluso para esta celebración, el cual se conserva aún en el Rosas 5.
Cabe señalar también que la por aquel entonces existente “Escuela de Ciber Sumisas” de Gabrel organizó un foro sobre la posibilidad de las relaciones 24/7 y un chat el mismo día que permaneció abierto durante 35 horas ininterrumpidamente. Posteriormente, crearon el “Manifiesto BDSM” que ya conocen y que publicamos en nuestro número 2 de CuadernosBDSM. Después de esto, comenzaron la tarea de divulgación de la idea. Didak creó el logotipo que conocemos y un texto, que tradujeron cookie y Kurt al inglés y al alemán respectivamente.
Desde aquel momento, se han ido sumando cada vez más personas y organizaciones a la idea y cada vez son más las personas que lo celebran año tras año, tanto dentro, como fuera de España. Y todo ello, sin que nadie se haya erigido en el abanderado de éste proyecto.
Así nació la idea de éste día. Con un componente más festivo y de celebración que de reivindicación, tal como decía el propio Didak:
“.... Ese día, cualquiera puede celebrarlo donde quiera o donde este, con quien desee o de la forma más placentera que considere. Ese día es solo como una pequeña fiesta que nos damos los amantes del BDSM. Quizás con el tiempo y la distancia sepamos que otros como nosotros mismos también están en algún lugar celebrando algo tan íntimo y personal como es el BDSM. Por mi parte no es más que eso. Mi única pretensión es que ese día todas y cada una de las personas afines al BDSM podamos esbozar una sonrisa y tener una sesión con la complicidad de que en muchas más partes de este mundo otras personas de cualquier nacionalidad también estarán celebrándolo. Si se consigue esa sonrisa y esa pequeña fiesta en nuestro interior, yo me doy por satisfecho.”
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